domingo, 28 de diciembre de 2014

Un café en la plaza Cagancha

A simple vista no tenía nada que me pudiera gustar, es más estaba alejado a lo que alguna vez creí que me iba a encontrar, pero, tampoco tenía nada que me disgustase. 
Era la inocencia en carne viva, comprimida dentro de su metro y medio de belleza fácil de apreciar, que claro, como todas las bellas personas de éste mundo, las últimas en enterarse de dicha belleza son ellas. Iba caminando por aquella calle paralela a 18 de Julio con la remera de alguna banda pretenciosa de dudosa nacionalidad y renombre, con ese aroma a postre vintage que tanto me gustaba para empaparme la nariz todas las mañanas. No era más que una persona normal, haciendole creer al mundo que estaba esforzándose por ello; pero no era así, y ella lo sabía. Fue quien destrozó mi autoestima en repetidas ocasiones -tantas, que llegó a gustarme- y fue sin dudas la única persona que pudo hacerme sentir algo. Bueno, malo, da igual, el punto era sentir -para recordarme a mi misma que no estaba muerta-.
Llevaba su iniciativa, sus creencias ridículas y todo de lo que yo solía reírme justo adentro de su cartera. No era una biblia, no eran programas de gobierno, no era nada que tuviera letras, directamente creo que nada de su cartera podría molestarme, pero eso es culpa de mis prejuicios y de lo metafórica que es mi cabeza hasta conmigo misma.
Sin pensarlo, me autoconvencí de que la dignidad era solo una excusa para desaprovechar oportunidades y me armé de valor. 

- No te voy a preguntar tu nombre, vos no me vas a preguntar el mío. Esto no es un robo, bah, depende de si el tiempo es literalmente robable ¿Te propongo algo? Lo que queda del día; solo somos dos extrañas compartiendo nuestras vivencias y secretos a un oído que previamente promete no juzgarnos y reírnos de aquello que no podemos reírnos con las personas de 'todos los días'. - Alicia hizo una pausa y se secó el sudor de la frente de una forma bastante disimulada, que obviamente esta chica notó. Estabamos en Agosto, a las 19:00. 

- No se supone que deba asustarme ¿No? Hagamos de cuenta que mi principal miedo jamás fue que me secuestraran con una excusa estúpida o me robásen los organos para venderlos por internet. Acepto. - Y la chica se dió vuelta para caminar en la misma dirección que Alicia. 

- Wow, pará, nunca pensé que aceptaras tan rapido. Antes tenes que prometerme una cosa - Alicia se frenó esperando el pié para explicar su idea

- Sí, está bien. Como quieras - Ella dijo con un tono entre sumiso y temerario

- ¿No vas a preguntar de qué se trata ni a dudar de mi calidad de persona? No puedo contar la cantidad de situaciones imaginarias que acabas de romperme en menos de 10 segundos - Alicia desconcertada

- Tu tipo de persona me lo dejaste claro desde el 'esto no es un robo' sos rara, y eso me gusta. El resto de mi parte, fue solo un poco de presentación, para que veas que no estoy descuidada ¿Qué te hace pensar que yo no proyecté millones de situaciones hipotéticas también? Es retórica, no la respondas, explicame tu punto si eso te hace feliz. - Dijo la chica demostrando que también tenía municiones para las armas de Alicia

- Sin perdón ni gracias. - Alicia dijo

- ¿Qué? ¿Por qué habríamos de pedirnos perdón o darnos las gracias? A ninguno le importa el otro como para lastimarlo ni hacerle bien. Si pasa es de casualidad y de eso se trata, de disfrutarlo hasta el día que nos tengamos que pedir perdón, o gracias, y allí sabremos que no somos quienes creíamos que podíamos ser. - Dijo la chica que ahora sí, había logrado cambiar la cara gris y de poker que tenía Alicia de costumbre

- No, es porque jamás quiero que ninguna de las dos se sienta inferior, ni en posición de observación, con la otra. Si hago algo que te lastime, no te voy a pedir perdón porque así soy yo y eso que hice fue parte de mi personalidad; tampoco te voy a aceptar ni dar las gracias porque cualquier buen gesto que tenga o reciba creo que lo voy a disfrutar de igual manera que vos y lo pagaría con hechos no con un montón de cumplidos que ni yo creo que se cumplan - Alicia explicó

- ¿Café? Puedo tener tiempo, ganas y necesidad, todo al mismo tiempo...-